Mientras las lluvias continúan causando estragos en todo el país, con 328 emergencias reportadas y más de 1,700 personas afectadas, la respuesta del gobierno se ha caracterizado por su ineficiencia y falta de acción preventiva.
A pesar de los constantes llamados de CONRED a fortalecer medidas de contingencia, la administración del presidente Bernardo Arévalo parece estar más enfocada en viajes internacionales que en atender la crisis climática que golpea a miles de guatemaltecos.
Infraestructura colapsada y ausencia de programas de contingencia
Las interrupciones en carreteras, el deterioro de viviendas y la falta de respuesta oportuna han puesto en evidencia que no existen planes preventivos sólidos ni una inversión adecuada para mejorar la infraestructura vial antes del inicio de la temporada de lluvias.
Los daños reportados en 327 viviendas y los riesgos de inundaciones en diversas regiones del país exponen la desconexión del gobierno con las necesidades urgentes de la población. La falta de mantenimiento en carreteras y sistemas de drenaje profundiza el impacto de las lluvias y dificulta las labores de atención de emergencia.
¿Dónde está la acción gubernamental?
Mientras la población enfrenta deslizamientos, inundaciones y pérdidas materiales, el gobierno mantiene un discurso de gestión que no se traduce en acciones concretas. El incumplimiento en la reparación de infraestructura crítica y la escasez de recursos para atender emergencias reflejan una grave falta de planificación.
Las comunidades afectadas han elevado sus denuncias, exigiendo que las autoridades implementen medidas urgentes y que la gestión gubernamental priorice el bienestar de los ciudadanos sobre agendas políticas o compromisos externos.